Una difícil decisión… tener o no un segundo hijo

Artículo escrito por Laura.

A mis 35 años, casi 36, creía que ya estaba convencida de que mi hijo, con sus cinco años, se quedaría como hijo único. Había leído sobre las ventajas del hijo único, reflexionado sobre la logística que implicaría un segundo hijo… hasta que una tarde de sábado, en el desván de mis padres, encontré juguetes de mi infancia. Juguetes que reavivaron en mí esa sensación, o añoranza, por tener una niña… o sencillamente otro niño.

segundo hijo

A mí siempre me han gustado, no, mejor dicho, encantado los niños, hasta el punto de que si me tocara la primitiva, aparte de tener familia numerosa, mi sueño sería poner una guardería para poder tratar con niños cada día.

Pero mi hijo no fue un niño de esos tranquilos, que los dejas ahí y ale, se duermen, que puedes poner a dormir en su cunita y no te reclama en horas. No, mi hijo fue un bebé de alta demanda (gracias mil a los blogs que tratáis este tema, no sé si sabéis el bien que hacéis, de verdad…). Y no me voy a extender sobre lo que ello supone, pero básicamente a mí me supuso hacerme pronto a la idea de que traer un segundo hijo sería un desastre para nuestra familia, en especial si salía a su hermano mayor…

Así fue como pasaron los años, y sí, ahora con cinco años ya llevamos unos meses que empezamos a respirar y es cuando entran las dudas… ¿deberíamos darle un hermanito? ¿No será ya demasiado mayor y la diferencia de edad demasiada?

segundo hijo

Debo reconocer que le he preguntado, si quisiera tener un hermanito, y bueno, me ha contestado que no. Aunque un día cuando le dije que iba a tirar unas zapatillas que se le habían quedado ya pequeñas me dijo que no “porque ama, nunca se sabe, si un día se te pone la tripa gorda gorda y tienes un bebé las necesitará”. Y es esta parte, la de reutilizar lo que ya tenemos (la silla casi nueva, la mochila portabebés que descubrí un poco tarde, etc…) y sobre todo “reutilizar” lo que he ido aprendiendo en estos años de crianza lo que más me hace replantearme si no sería capaz de salir adelante a pesar de los pesares.

Porque como bien me recuerda mi marido, que tiene más los pies en el suelo que yo, sería mucho más trabajo, más estrés para los dos, menos tiempo para disfrutar de los avances del mayor y para atender al recién llegado, por supuesto menos dinero para pequeños disfrutes… Sé que todo esto son nimiedades para las que tenéis dos o más, y que por supuesto que se puede, pero cada familia conoce sus circunstancias, ya no sólo económicas, sino también en cuanto a carácter y aguante…

Por no olvidar el gran inconveniente moderno… la conciliación. Y es que mi marido no puede coger una reducción de jornada y sin embargo su sueldo es inferior al mío… por lo que aunque yo pudiera plantearme reducirme algo… no sé cómo llevaría el tener que dejar a un bebé en una guardería. Quizá es porque con el primero no tuve que hacerlo, estaba mi madre (y está, pero en estos momentos no me planteo dejarle a otro bebé, bastante que va a buscar al cole al mayor al mediodía para que coma en casa). Y me da pánico empezar con los virus, que por ahora y quizá por la lactancia prolongada prácticamente no hemos conocido. Me gustaría poder criarle cogiendo una excedencia por lo menos hasta que tuviera un año más o menos.

segundo hijo

Por todo ello creo que, a salvo de que en los próximos meses me toque una lotería (preferentemente primitiva millonaria) que me permitiera quedarme en casa esos primeros meses hasta que empezara a andar, y luego una reducción de jornada para minimizar las horas de separación… seguiremos pensando en los hermanos que de mayores apenas se hablan, y leyendo sobre las ventajas de ser hijo único.

Imágenes: Pixabay

Colaboraciones MMM

Este post ha sido escrito por una colaboradora puntual de Mujeres y Madres Magazine. Aquí os damos voz para que la vuestra llegue lejos.
Si quieres colaborar con nosotras escríbenos a: hola@mujeresymadresmagazine.com

Artículos recomendados

3 comentarios

  1. Yo siempre tuve claro que no quería un solo hij@. Desconozco los detalles de tu situación y por eso, es muy arriesgado (incluso, maleducado por mi parte!) pero te diría que te lances a la piscina. Los problemas se arreglan sobre la marcha. Aunque te toquen dos hermanos que no son uña y carne como en el caso de mis hijos, la crianza del segundo es infinitamente mas fácil en madres como tú, informadas y preparadas. Ánimo!! Decidais lo que decidais, será lo correcto!!

  2. Creo que esta es una de las mejores ocasiones para callarme cualquier consejo, creo que ya te los sabes todos.
    ¿No?
    Así que te voy a hacer un ruego:
    Que decidas lo que decidas, no te sientas culpable.

  3. Hola, no soy nadie para decirte que hacer pero puedo contarte mi experiencia, mis hijos se llevan 7 años, el mayor tiene 15 y la peque 8. El mayor fue un bebe tranquilo, un hijo trampa y la peque es bastante intensa, yo siempre supe que quería tener más de un hijo así que no dude al respecto. Lo único es que si tienes un hijo no puedes tenerlo para darle un hermanito a tu hijo, tienes que tenerlo porque tú y tu pareja lo deseáis. Cada niño es un mundo y que le mayor haya sido intenso no significa que el segundo vaya a ser igual, pero ya te digo valóralo, chárlalo con tu pareja y seguro que tomáis la mejor decisión

Los comentarios están cerrados.