¡Feliz 2017!

bebe

¡Feliz 2017! Pasamos página. Se nos acabó el 2016. Ha sido un año lleno de pérdidas materiales y sobretodo personales lamentables. Hablo de artistas de fama internacional que nos han abandonado… Hablo por supuesto también de la población de Siria que se ha quedado sin casa, sin familia o… sin vida. Hablo de las víctimas de los ataques terroristas. Hablo del increíble número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas/exparejas. Demasiadas pérdidas y demasiado dolor este año. Está bien cerrarlo y desenvolver el 2017 con la cándida ilusión de que sea mejor, como procuramos hacer cada año. Con la esperanza de que terminen estos conflictos. Con la esperanza de evolucionar como especie, aunque sea un poquito.

Descorchamos el año nuevo, henchidos de buenos deseos y chuleta en mano. La famosa chuleta de propósitos para el año nuevo, que a menudo se repiten año tras año.

Pues tengo noticias. A menos que tu deseo para el 2017 sea alcanzar la presidencia de los EE. UU. o presentar las campanadas de Nochevieja junto a Brad Pitt, muy probablemente, podrás llevar a cabo eso que te has propuesto. Solo es preciso que hagas una cosita que te diré: currártelo un poquito. Cada día del año. Sin perder vista tu objetivo.

feliz 2017

1. Define una meta. Visualízala. Nómbrala.

Muchas veces no lo hacemos. Nuestros deseos son como Lord Voldemort. Innombrables. No verbalizamos esa meta porque claro, qué ridículo contar que me propongo tal cosa o tal otra si luego no llego a lograrlo. ¿Verdad? Seré el hazmerreír. Estoy más a salvo si no digo nada. ERROR. Dilo. Atrévete. “Este año voy a publicar mi primera novela”. “Voy a aprender a tocar el contrabajo”. “Voy a empezar a hacer teatro”. “A cantar en un coro”. “A pintar un cuadro”. “Voy a aprender a hacer esa pirueta de una vez por todas”. Tus amigos no van a restregarte un fracaso por la cara. Y si lo hacen es que no son tan amigos.

2. Actúa. Haz lo que tengas que hacer

Una vez has hecho público tu propósito, ponte a ello. Pero de verdad. Que no se quede en propósito. Poco a poco. Una partitura diferente cada diez días, un capítulo por semana, un par de pinceladas al día. Sin excusas. Busca el modo de materializarlo que donde hay ganas, hay medios aunque las circunstancias no sean óptimas. De hecho, casi nunca lo son. Sí. Puede que tengas que renunciar a otras cosas que también te gustan (claro, ¿no te fastidia?, ¿cómo crees si no que lo logran los que lo consiguen?) pero la pregunta es… ¿lo quieres o no? Pues ponte objetivos. Y cúmplelos.

cumpliendo retos

3. Deja de autoevaluarte constantemente

No seas tan dura contigo misma. No estés todo el rato juzgando tu trabajo. Permítete avanzar con libertad, con confianza y ya se verá. Si no sale mejor, sale peor… el caso es que salga. Aunque salga mal. Nadie nació sabiendo. La maestría se conquista con horas de vuelo. A la mierda los talentos. El talento solo es un facilitador… Lo que cuenta son las horas que le eches. Así que… apaga la tele.

4. No tengas vergüenza

Hay que dejar a un lado el agobio por conseguir, la necesidad de llegar, el miedo a no lograrlo y sobretodo… ¡ese miedo al ridículo! ¿Y qué más da si otros son mejores? Cada uno vive su lucha particular. Tú sigue ahí, al pie del cañón. Sin desfallecer y disfrutando del proceso. Que es que si no la vida es un horror. No hay metas. Todo es camino. La meta es la excusa para ponerse en marcha. Por el camino irás encontrando opciones y lugares hermosos… e inesperados. Llega un momento en que lograrlo o no, es lo de menos. El caso es seguir en movimiento.

5. Abandona el perfeccionismo

Ese perfeccionismo que te hace aparcar un proyecto antes de verlo florecer. Esa autocrítica apabullante que te derrota prematuramente. ¿Adónde van los proyectos que mueren a medio camino por falta de ilusión, de confianza o fe? Pongámoslo ahí fuera, aunque resulte ser una cagada. De las cagadas también se aprende. De las cagadas propias es, probablemente, de donde uno extrae las mejores lecciones.

6. Y cuando la cagues, que la cagarás, hermana, levántate y sigue

Sin mirar atrás, ni a los lados. Sin buscar culpables, sino soluciones. Lo que diga la gente da igual, a menos que puedas utilizarlo para mejorar tu producto, tu obra o tu proceso de aprendizaje. Bienvenidas esas cagadas que son abono para los éxitos futuros. En algún momento hay que empezar y puestos a empezar, mejor hoy que mañana. Un error puede acabar siendo una bendición. Como todo, cuestión de perspectiva.

7. Diviértete

Diviértete mucho. Porque es el motor fundamental. Abraza tus errores. Abraza tu cansancio, tus bloqueos y tu desazón. Tu sentimiento de no ser suficientemente buena. Abraza todos estos sentimientos. Empaquétalos en papel bonito, ponles un lazo y hazlos a un lado. Ahora, con la mesa despejada de neuras, ponte a trabajar. Ponte a dibujar, a escribir, pintar o componer. Practica, cose, cocina, diseña, programa… Sin miedo, sin prisa, sin pausa, sin agobios. Un poquito cada día. Un día te sorprenderá ver adónde puedes llegar si te das un voto de confianza y dejas de compararte con el resto. El resto no son tú. Tu único trabajo es ser mejor que tu “yo” de ayer y, no nos engañemos, echándole ganas, y con la vida por delante, superarse un poquito cada día no es tan difícil.

Te deseo un 2017 lleno de pajas mentales y tormentas de ideas. Que sea un año de cambios y de crecimiento. Un año de metas cumplidas o, por lo menos, de caminos novedosos.

¡Feliz 2017! Besos y que lo disfrutes en paz :-).

Imágenes: Pixabay

Nuria Puig

Mi nombre es Nuria pero, donde vivo, tienden a llamarme Julia. He tirado la toalla y, si me llamas Julia, también me giraré. He trabajado en construcción y en educación pero lo que hace que me olvide de comer y de beber es: escribir. Voy por la vida con Gorro y a lo Loco

Artículos recomendados

4 comentarios

  1. Me encanta la gente valiente y me encantas tú.
    Feliz año amiga <3

  2. Como siempre las palabras exactas, voy a ponerme manos a la obra

  3. Ya somos dos… aunque mi primer propósito para 2017 era no hacer lista de propósitos. Pero esto, a una “listifila” como yo, le está resultando complicado. Así que perfecto, voy asumiendo los propósitos ajenos como propios y mira que bien… Un besazo y feliz a año a todas las MMM!!!

Los comentarios están cerrados.