Una escapada en familia antes de que llegue el invierno… ¡o varias!

Escapada en familia

Os traigo un montón de lugares para disfrutar de una escapada en familia este otoño y pasar unos días juntos. Os traigo propuestas de esas que sé que os van a poner los dientes largos ¡muy largos!

¡¡Vámonos ahora mismo!!

Ya sé que diréis que acabamos como quien dice de volver de vacaciones y de coger el ritmo a la rutina pero… ¡¡vámonos ahora que aún podemos!!

Porque ahora los días aún tienen luz y no hace demasiado frío, ahora es el momento de hacer una pequeña escapada de otoño en familia. Una de esas escapadas de un par de días o tres, lo justo para tomar oxígeno antes de que llegue el invierno porque “el invierno está llegando” como dicen los Stark.

El norte y sus secretos

Escapada en familia

Salir de casa y dar un paseo por un bosque es una de esas experiencias que nos llenan de energía aunque también nos salgan agujetas que no todo es idílico.

En Galicia hay uno de esos lugares, es el Souto da Retorta y si os juntáis varios (más de cinco o seis adultos…) podéis intentar abrazar a uno de los árboles más imponentes que veréis nunca, por algo le llaman “el abuelo”.

Si queréis seguir paseando o más bien triscando por el monte, nos desplazamos hasta La Rioja para descubrir La Sierra de Cebollera.

Es un parque natural de más 23.000 hectáreas y tiene una de las caídas de agua más hermosas de España según los que la han visitado, se trata de las cascadas de Puente Ra.

Aunque, estando en La Rioja y viniendo del norte, habría que hacer parada primero en la “Rioja Alavesa” para recorrer los municipios de La Guardia y Elciego.

Merece mucho la pena recorrer sus calles y ya que nos ponemos, seguro que podemos descubrir alguna bodega de la zona. En otoño el enoturismo es una de las mejores opciones de ocio que tenemos para hacer una escapada en familia.

Del centro al sur

Escapada en familia

Madrid sin ir más lejos cuenta con la joya de la corona en lo que a bosques se refiere si hablamos de hayas.

El Hayedo de Montejo es el bosque de hayas más septentrional de Europa, el que está más al sur y pasear entre estos árboles es pasear entre magia, leyendas y fantasía.

Eso sí: toca madrugar porque el número de visitantes cada día está limitado, somos muchos y toca proteger este entorno natural tan peculiar.

Nos vamos un poco más al sur hacia los campos de Extremadura porque Cáceres sigue siendo un tesoro por el que pasear, como el que encontramos en el Parque Nacional de Monfragüe. Hay que subir a Cerro Gimio para estar más alto que el vuelo del buitre negro, una de las especies protegidas que viven en la zona.

Y no olvidar llevar los prismáticos para ver como anidan entre las rocas de El Salto del Gitano, al principio cuesta localizarlos entre el gris de las piedras pero en cuanto se empiezan a ver, el espectáculo es genial.

Y seguimos bajando hacia la Sierra de Cazorla, donde Úbeda y Baeza nos reciben con los brazos abiertos, con unas calles llenas de historia y con una naturaleza amistosa por la que pasear en otoño es un regalo.

Mejor ir preparados

Escapada en familia

Sí, todo es muy bucólico, los días pueden ser maravillosos, la luz espectacular en una tarde de otoño y los colores de los árboles un exceso que siempre nos asombra pero… también puede ser menos ideal y por eso es bueno ir bien preparado para lo que pueda pasar.

  • Calzado cómodo: Imprescindible y con posibilidad de cambio aún mejor, a lo que hay que añadir varios cambios de calcetines de algodón, que nuestros pies sufran lo menos posible es fundamental.
  • Ropa ligera: Con la que podamos abrigarnos si el invierno se acerca demasiado y de la que podamos desprendernos poco a poco si el esfuerzo o el verano nos obliga. Ropa cómoda, más que gruesa casi mejor fina para que podamos jugar con las distintas capas
  • Mochilas: Sí, imprescindible, cada uno acorde con su fuerza y su tamaño si la escapada es en familia. Mejor varias mochilas con un peso liviano en cada una que una o dos que nos obliguen a ir demasiado cargados.
  • Gorras y pañuelos para el cuello: Puede que sea el sol o puede que sea el viento lo que nos moleste. Una gorra o un cuello no ocupa nada en la maleta y nos puede ser de gran ayuda llegado el momento
  • Toallitas húmedas: Que no dejaremos tiradas por el monte, que no se nos escaparán porque no estemos atentos y que por supuesto no acabaran en ningún inodoro. Vamos a disfrutar y a dejar el entorno a poder ser, mejor que como nos lo encontramos
  • Botellas para llenar de agua fresca: Imprescindible. Pocos momentos más agradables que hacer un descanso en el camino para beber un trago de agua y comentar cómo nos está yendo la experiencia juntos.
  • Cámara de fotos: Sí, no os la olvidéis si sois aficionados a la fotografía porque es innegable que el otoño tiene una luz y unos colores propios que merece mucho la pena recoger en una foto… o en miles.

Y poco más… todo esto junto con ganas de disfrutar, de dejarnos sorprender y de recargar las pilas juntos, de sacar unos días de tiempo de calidad antes de que llegue el frío porque “Winter is coming” eso es innegable.

Fotos: Pixabay – turismogalicianorte.com – Propias

Pilar Fonseca

Primero fui mujer, después periodista, luego esposa y ahora además de todo eso madre. Esto último me obligó a reorganizar todo lo anterior.
Me gusta escribir y comunicar.
Disfruto con un buen libro, una buena película, una buena serie, un buen viaje y una buena charla con amigos.
Podría alimentarme sólo de queso y chocolate acompañados de un buen vino, una que es mujer de gustos sencillos.

Artículos recomendados