Una chica de asfalto, chick-lit para una tarde de invierno

El día que cayó en mis manos Una chica de Asfalto de Carla Crespo no pude ni siquiera hojearlo porque estaba a tope en casa y preferí hacer como que no lo tenía, así evitaba la ansiedad que me produce el libro nuevo que no puedo tocar. Sabía que al día siguiente tampoco iba a poder ponerme a leer porque tenía que hacer muchísimas cosas en el ordenador, pero mi amigo Murphy ha estado haciendo de las suyas últimamente en mi vida y le dio la mañana libre a la informática para que yo pudiera sumergirme en las páginas de mi nueva novela.chica-asfalto_1Una chica de asfalto es una novela de algo más de doscientas páginas, fácil de leer y muy entretenida. En cuanto al argumento, no os voy a contar mucho porque os destrozaría la historia: Claudia trabaja en una oficina de una entidad bancaria en su Valencia natal, agobiada por el estrés pero feliz dentro con él. Es la típica urbanita que no se ve viviendo sin sus tiendas y restaurantes, sin su peluquería de confianza y que, de repente, se ve trasladada a una pequeña oficina en un pueblo diminuto de Navarra. Cuando llega allí, horrorizada por cada incomodidad que prevé en la que es ya su vida, se encuentra con Arturo un ganadero que es además su casero y que, por contraposición con ella, es un hombretón del Norte que no sólo está buenísimo, sino que también parece sentirse atraído por Claudia. Así comienza a cambiar su destino.chica-asfalto_2

Confieso que me llevó poco más que esa mañana leer la novela. Es todo lo que puedes esperar de una novela chick-lit: más allá de la facilidad de lectura, la historia engancha básicamente porque parte de una premisa que muchas de nosotras podríamos vivir en los tiempos que corren, un cambio laboral forzado motivado por la crisis obliga a replantearse la vida. Engancha también por sus protagonistas, creíbles ambos en sus tópicos, que mantienen su relación en un tira y afloja intenso en el que nunca se sabe de qué lado caerá la balanza. ¿Por qué digo que es la chick-lit para una tarde de invierno? Porque su recreación de la vida en invierno en Navarra casi obliga a taparte con la mantita y leer con Una chica de asfalto en una mano y una taza de chocolate calentito en la otra. De hecho, puedo decir que, aunque por la mañana, yo saqué la manta. chica-asfalto_3

El chick-lit es un género literario que se puso de moda sobre todo a partir del 2000 y que vino a sustituir a la clásica novela romántica. Se trata de historias escritas por mujeres y para mujeres. Las protagonistas, también mujeres, son generalmente profesionales independientes, triunfadoras en el aspecto laboral, no así en el sentimental, por lo que andan en busca de la pareja soñada. El protagonista masculino también se aleja del de la novela romántica tradicional porque se trata de un tipo de hombre más sensible y cercano. Con un tono divertido y sin pelos en la lengua, abordan los encuentros sexuales sin ningún tipo de tabú.

Ahora os toca a vosotras contarme, ¿os gusta el chick-lit?, ¿cuáles son vuestras autoras favoritas? Y, claro, decidme si ya conocíais a Carla Crespo.

Imágenes: Let B. Díaz y Pixabay

Let B. Díaz

Soy Leticia la mamá de Ojazos desde 2013, mujer desde 1978. Siempre corriendo y con mil cosas en la cabeza para hacer pero con poco tiempo para llevarlas a cabo. Escribo en Esto no es como me lo contaron y Las Letras de Let porque es lo que más me gusta hacer en el
mundo. Activa, habladora y comprometida, cabezota y risueña vivo en una permanente contradicción. Necesito contar las cosas que me pasan para que no se me enquisten en alma.

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